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Anatomy of an Upset: Lo que nos enseñó la victoria de Alexandria Ocasio-Cortez

Tembló el establishment

Una socialdemócrata confesa, con tan solo 28 años de edad y latina, acababa de propinarle una derrota al número 4 en la jerarquía del Partido Demócrata.

La tendencia que se dio por muerta una vez Bernie Sanders endosó a Hillary Clinton para las elecciones de 2016, se convirtió en un tornado que arrasó con Joseph Crowley en el  14to distrito representativo del Congreso.

¿La responsable por la hecatombe?

Alexandria Ocasio-Cortez, from the Bronx; una joven cuya formación política es el resultado de una generación inconforme con la brecha socioeconómica que la tradición político-partidista ha perpetuado en los Estados Unidos.

Pero,  más allá de la fanfarria, ¿qué representa esta victoria sorprendente para las elecciones legislativas de 2018, e incluso, para la contienda presidencial de 2020?

1.   Calidad ˃ Cantidad

Durante una entrevista, Ocasio-Cortez resumió su estrategia electoral: “Una mezcla de la vieja escuela (de tocar puerta por puerta) y la nueva escuela digital”. Esto contrasta totalmente con la estrategia convencional que implementó el equipo de Crowley, quien  no deja de ser el niño símbolo de la política costumbrista basada en grandes donaciones y la típica proyección en los medios convencionales como la televisión y la radio.

Ocasio-Cortez demostró que no se trata de tener muchos recursos, sino de cómo los utilizas. Con el crecimiento de la apatía a las estructuras partidistas, la administración prudente de las finanzas y el recurso humano será un factor clave para  la efectividad de las campañas. 

2.  El paradigma del socialismo está cambiando

Con el acceso inmediato a la información, a las instituciones políticas tradicionales se les hace difícil establecer una narrativa oficial que pueda aceptarse sin cuestionamiento. Un ejemplo claro es el giro que está dando el ala  liberal del Partido Demócrata al término “socialismo”.

Instantáneamente asociado por los Baby Boomers con Stalin y Fidel Castro, el socialismo con apellido (democrático) parece encontrar apoyo en una porción significativa de los millenials, quienes entienden que el capitalismo puro y duro no satisface las exigencias básicas para una vida digna.

La infiltración de Bernie  Sanders en las filas demócratas con un mensaje socialdemócrata –fundamentado en sistemas políticos como el de Suecia y Dinamarca– resonó en jóvenes como Ocasio-Cortez, y según se percibe, no muestra señales de silenciarse entre los adolescentes que serán elegibles para votar en 2020. 

3.    Contenido ˃ Eslogan

La primaria neoyorquina puso de relieve la decadencia del culto al estribillo.

Ocasio-Cortez no ganó porque recibió grandes sumas de dinero, como tampoco ganó limitándose a frases simpáticas, pero huecas.

La alta participación electoral respondió al desarrollo de un mensaje sencillo, claro y contundente, enfocado en la dignidad económica, social y racial que merece la clase trabajadora.

Aunque se trata de una primaria para un distrito representativo en el Congreso, la estrategia victoriosa fue la que logró medir con precisión el sentir del electorado progresista que por décadas no acudía a las urnas. Fue el esfuerzo de una campaña de base (grassroots) lo que le dio la ventaja a la novata frente al político que por años subsistió a base de eslóganes y fotografías.

4.    Hay subdivisiones entre los progresistas

De entrada, Ocasio-Cortez se proyectó como una progresista de línea dura, al punto que logró redirigir  el discurso acerca de la reforma migratoria de Donald Trump con su propuesta de eliminar el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Esto colocó a figuras como Bernie Sanders en una encerrona que le obligó a radicalizar aún más sus posturas.

Ya que se considera todavía como un posible candidato a la presidencia en 2020, Sanders tuvo que romper uno de los principios fundamentales para todo aspirante a la presidencia: mantente al tope del debate. Al tener que ceder a la narrativa de Ocasio-Cortez, el ex precandidato a la Casa Blanca tácitamente le dio la razón a la recién iniciada en la política electoral.

No es casualidad que, una vez consolidada con su victoria, Ocasio-Cortez fuese escogida para acompañar a Sanders al estado de Kansas para  apoyar al candidato para el 4to distrito del Congreso, James Thompson, donde hubo que mover el rally, porque el anfiteatro inicialmente seleccionado no dio abasto.

5.    La sangre llegará al Potomac

Poco después de la victoria de Ocasio-Cortez, la Minority Leader de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, fue abordada por la prensa. De inmediato, se le cuestionó si el resultado de la primaria representaba un cambio en la ideología del Partido Demócrata.

Visiblemente incómoda, la congresista exhortó a no dejarse llevar por el resultado de un solo distrito.

Sin embargo, la indiferencia simulada de la legisladora con mayor rango en la Cámara es una muestra de la sensación que crece cada vez más entre el sector del centro y de la derecha del partido.

En una palabra: miedo.

Miedo que se traducirá en la tan esperada revancha  entre conservadores vs liberales.

El primer asalto lo ganaron los liberales ampliamente; el segundo asalto terminará en noviembre de 2018, y es altamente probable que la historia se repita, ya que se trata de un distrito eminentemente demócrata. 

Independientemente del resultado entre lo que será una primaria de 3 partidos, el factor importante es que la movida de Crowley representa lo que un amigo me afirmó: “El establishment no perdona”.